Ciudad de México; 17 de mayo de 2020.- En México, la COVID-19 inició en contextos urbanos, pero los municipios marginados, lejanos y menos poblados son más vulnerables y tendrán mayores complicaciones para hacer frente a la enfermedad del coronavirus, afirmó Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM.
Al referirse al estudio Índice de vulnerabilidad en México ante COVID-19, realizado por distintas entidades de la Universidad Nacional y presentado recientemente, subrayó que esas comunidades aún no registran contagios, pero son más sensibles; “la pasarán muy mal en términos económicos y les costará recuperarse, porque ahí la crisis económica será más difícil que la propia emergencia sanitaria”. No obstante, estamos a tiempo de atenderlas.
Ante la pandemia todos somos vulnerables, pero la distribución y combinación de factores demográficos, socioeconómicos y de salud hacen que los niveles de fragilidad de la población que habita en los municipios sean diferentes, dijo al participar en el ciclo de conferencias virtuales “PUEC en casa, la ciudad y la pandemia”, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC).
Por ejemplo, en el centro de las zonas metropolitanas de Guadalajara, Monterrey y Puebla se presentan los patrones de menor vulnerabilidad, y a medida que se avanza a las periferias la fragilidad es mayor. “Es un patrón desafortunado porque las poblaciones más marginadas en términos socioeconómicos, también lo son en cuanto al acceso a servicios de salud”.
En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México la mayor vulnerabilidad está en la periferia, en alcaldías como Iztapalapa, Milpa Alta y Tláhuac, además de todos los municipios conurbados del Estado de México.