Los emojis se incorporan al lenguaje, se mezclan con el alfabeto, lo agilizan y dan muestra de que nuestras formas de comunicación son dinámicas y están en constante desarrollo. Incluso, crean innovadoras maneras de expresión como los “poemojis”, una nueva forma poética en la que se combinan con palabras.
Sobre estos gráficos de uso generalizado en el mundo, cuyo significado trasciende al idioma o al nivel en el manejo del lenguaje, reflexionó Celia Díaz Argüero, del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la UNAM.
“Estas imágenes o pictogramas usados para expresarnos demuestran que las formas alfabéticas no son las únicas que existen”, afirmó la especialista en adquisición y desarrollo de la lengua escrita.
En el auditorio Jorge Carpizo de la Coordinación de Humanidades, recordó que emoji es una palabra japonesa utilizada para designar las imágenes o pictogramas que son usados para expresar una idea, emoción o sentimiento en los medios de comunicación digitales.
Su nombre se compone de un signo japonés equivalente a nuestra “e”, y “moji”, que significa letra. En español su pronunciación es “emoyi”, y el concepto es la versión nipona del emoticón o emoticono, término que proviene del inglés “emoticon”, que deriva de los vocablos “emotion”, que significa emoción, e “icon” que significa ícono, símbolo o representación gráfica.