Vie. Nov 22nd, 2024
calculos renales

Santiago de Querétaro, Qro.- Los cálculos renales se clasifican de acuerdo con su composición química en: cálculos de calcio, de ácido úrico, de cistina y cálculos de estruvita.

La Secretaría de Salud del estado de Querétaro (SESEQ) dio a conocer sobre los tipos de nefrolitiasis, mejor conocidos como cálculos renales, así como sus síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención.

Los primeros son los más comunes y es más frecuente en varones de entre 20 y 39 años. El calcio es un mineral que forma parte de nuestra dieta normal, el que no se necesita para los huesos y los músculos, pasa a los riñones. En la mayoría de los casos, los riñones eliminan el sobrante de este mineral a través de la orina; sin embrago, hay personas que no lo hacen y se retiene en los riñones formando piedras, junto con otros desperdicios.

Los cálculos de ácido úrico se pueden formar cuando hay demasiado ácido en la orina (pH mayor a 5.4), debido a un exceso de este ácido en la sangre. Representan entre el 5 y el 10 por ciento de los casos de nefrolitiasis, y es más frecuente en varones. Las personas con cálculos de ácido úrico pueden tener o no enfermedad de gota.

Los cálculos de cistina son poco comunes (1 por ciento). La cistina es una de las sustancias que forman los músculos, nervios y otras partes del cuerpo y se puede acumular en la orina hasta formar una piedra. La enfermedad que causa la formación de piedras de cistina es hereditaria.

Los cálculos de estruvita, también conocidos como triple fosfato, puede formarse después de una infección del sistema urinario o por presencia de cuerpos extraños en este sistema. Estas piedras contienen magnesio, producto de desperdicio, amoníaco y fosfato. Este tipo de piedras es producto de la infección del tracto urinario por bacterias productoras de ureasa como Proteus.

Si los cálculos son muy pequeños o están en formación, suelen ser asintomáticos. Puede haber eliminación de cálculos generalmente cuando estos son de un diámetro menor que 0.5 centímetros y producir hematuria (orina con sangre) aislada.

Los síntomas suelen surgir cuando hay oclusión o cierre de algún uréter o de la unión uretero-pélvica, lo que provoca obstrucción al flujo de orina, hematuria y cólico nefrítico, este último suele ser un dolor muy intenso, súbito, que comienza en la fosa renal (región lumbar unilateral) y luego se irradia hacia la región inguinal y áreas genitales del mismo lado (escroto en el hombre). Suele acompañarse de náusea y vómito.

El diagnóstico se realiza con análisis de muestras de orina, muestras de sangre o ultrasonido renal, además se debe observar la dieta, la actividad y el entorno del paciente, y determinar la composición del cálculo.

Para eliminarlos, existe tratamiento médico y quirúrgico, dependiendo del tamaño y del número.

No existe como tal, una medida para prevenir esta enfermedad, pero hay factores de riesgo que se pueden evitar como:

• Disminuir la frecuencia de las carnes rojas.
• Evitar el consumo de refrescos.
• Tomar abundantes líquidos, de preferencia agua simple, para evitar la deshidratación y complicación de estas enfermedades

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