Ciudad de México.- La mejor manera de contrarrestar la contaminación de los suelos, el aire y el agua, y con ello el cambio climático, es la educación ambiental. Las acciones que se tomen al respecto sólo tendrán éxito si empiezan en el ámbito local: la casa y la escuela.
Si se logra crear conciencia en los niños, cuando sean adultos reconocerán y aceptarán la importancia de mantener nuestro entorno, coincidieron Christina Siebe y Ana Cecilia Lopera, académicas del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM.
En el marco del Día Mundial de la Educación Ambiental, que se conmemoró este 26 de enero, indicaron que la Universidad Nacional contribuye en este ámbito a través de dos iniciativas que impulsa el IGL: Terramóvil y Encuentro con la Tierra.