GINEBRA (27 de marzo de 2020) – Los Estados y las empresas deben intensificar urgentemente sus esfuerzos para garantizar que las y los trabajadores de la salud que luchan contra la pandemia COVID-19 en todo el mundo reciban el equipo de protección adecuado, expresó Baskut Tuncak, Relator Especial de la ONU sobre sustancias peligrosas.
“Los valientes médicos, enfermeras, socorristas de emergencias y otros profesionales de la salud que trabajan en la primera línea de la lucha mundial contra la pandemia de coronavirus son héroes. Su incansable trabajo y sacrificio personal muestran lo mejor de la humanidad. Deben estar protegidos.
Sin embargo, la escasez inaceptable de equipos de protección críticos sigue siendo una gran preocupación en casi todos los países que luchan contra el coronavirus.
Aplaudo a las múltiples empresas que están a la altura del desafío, produciendo equipos de protección personal muy necesarios para la atención médica. Estos esfuerzos son dignos de elogio. Pero se necesita mucho más en todo el mundo.
De especial preocupación es la desigualdad en la distribución del equipo de protección personal necesario dentro y entre países. La situación de COVID-19 en los países de bajos ingresos es motivo de grave preocupación. Los Estados deben garantizar que los países con menos recursos tengan el equipo de protección necesario para todos sus proveedores de atención de salud.
Se necesitan con urgencia fondos públicos y privados para garantizar que el equipo de protección y otros suministros médicos estén universalmente disponibles y accesibles. Los Estados y las empresas deben garantizar que se eliminen los obstáculos financieros y que se proporcionen suministros sin costo para los países de bajos ingresos.
El acaparamiento de equipos de protección esenciales, la explotación de la demanda o lucrar de la crisis actual es aberrante. Los Estados deben tomar medidas inmediatas para disuadir dicha conducta de manera efectiva.
Es hora de dejar de lado nuestras diferencias y trabajar en unidad para proteger a las personas más vulnerables de este virus, las personas de edad y aquellos que los cuidan valientemente: nuestros trabajadores de la salud».