Ciudad de México; 8 de marzo de 2022.- El 70 por ciento de los mil 300 millones de las personas que viven en pobreza son mujeres. En las áreas urbanas el 40 por ciento de los hogares más pobres están encabezados por ellas, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En ocasión del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, la directora del Museo de la Mujer de la UNAM, Patricia Galeana Herrera, afirma que esta fecha “tiene un gran significado porque es una llamada de atención a toda la comunidad internacional para que se sensibilice ante los problemas de violencia y de feminicidio que ocurren en varios países, entre ellos el nuestro”.
Y agrega: “Desde inicios del siglo pasado había ya mártires de esta lucha por los derechos de las mujeres que habían demandado salarios mejores (porque a veces ganan menos de la mitad que los hombres por un trabajo igual), además de luchas por los derechos políticos y civiles”.
Si bien hay avances, acota, durante la pandemia se ha puesto de manifiesto la desigualdad entre países y a su interior. En el caso de la de género se incrementó porque ellas son quienes mayor trabajo tienen en los hogares, quienes más violencia sufren en el confinamiento al recibir agresiones de sus parejas varones, presentan estrés y depresión, además de que continúan los feminicidios y la impunidad en este rubro.
Galeana Herrera considera que en esta fecha se debe reflexionar sobre lo que nos falta por avanzar para tener una cultura de igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
Aunque en México fueron reconocidas como ciudadanas plenas a partir de 1953 -cuando se les otorga el voto a nivel federal, un año después de que la ONU consideró que no se puede ser un país democrático si la mitad de la población carece de esta condición-, este logro ha sido difícil, al igual que los derechos civiles y establecer que la violencia es un delito.
Sin embargo, con los feminicidios se enfrenta un reto mayor, pues “no se ha deconstruido la cultura patriarcal en la cual el hombre nace para mandar y la mujer para obedecer, y cuando ésta no obedece sobreviene la violencia”, resalta Galeana Herrera.