Ciudad de México; 17 de octubre de 2020.- El turismo de proximidad, es decir, la visita a destinos cercanos, se vislumbra como una opción para reactivar el sector en México, pues debido a que no es masivo permite establecer, con mayor facilidad, las medidas de seguridad sanitaria para los visitantes, consideró Gustavo López Pardo, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Se trata de un conjunto de empresas sociales que desarrollan ecoturismo, turismo rural, de aventura y cultural. En 2017 la Secretaría de Turismo reportó que había aproximadamente mil 118 empresas de ese tipo.
Sin embargo, en una investigación realizada en 2014 en el IIEc, refirió López Pardo, se identificaron más de dos mil asociaciones de este tipo; “aunque hay un problema de registro, lo importante es que existe esta opción”.
Explicó que esta actividad se desarrolla en sitios comunitarios, sociales y ejidatarios, a través de pequeñas cooperativas que por lo regular cuentan con un número reducido de cabañas, por ejemplo.
Estos lugares podrían significar una experiencia gratificante para los paseantes, pues contarán con cierta seguridad porque encontrarán pocas personas, espacios naturales y abiertos donde se pueden realizar actividades recreativas, resaltó el especialista en turismo, medio ambiente y desarrollo.
Sin embargo, acotó el universitario, el problema radica en que las poblaciones o comunidades que forman parte de esas empresas puedan recibir a los turistas, porque dependerá de cada entidad y de los proveedores de los servicios. Incluso, algunos discuten si abren o no, porque tampoco quieren enfrentar una situación de inseguridad sanitaria.