Es en la familia en donde se originan, previenen y solucionan los problemas sociales, incluida la trata de personas, coincidieron especialistas en el 1er Congreso internacional de Derecho Penal 2018, realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En la conferencia “Trata de personas y nuevas formas de esclavitud”, Mónica González Contró, abogada general de la UNAM, expuso que nuestro país “es una mezcla explosiva de condiciones de vulnerabilidad para que niños y adolescentes sean víctimas de esta situación. “La vulnerabilidad se deriva de las condiciones del entorno, por lo que el derecho debe ser una herramienta para reducirla; no obstante, hay una gran resistencia social para considerar a los niños como titulares de sus garantías, y otro obstáculo es la debilidad institucional”, dijo. En el auditorio Alfonso Caso, propuso el abordaje de este problema de manera multifactorial: hacer un tratamiento jurídico diferenciado a niños y adolescentes, además del impulso a la prevención y a un cambio cultural; para ello el trabajo en familia es imprescindible, con una adecuada educación sexual. México es un país vulnerable y atrayente para la trata de personas, y desde hace tiempo es lugar de origen, de tránsito y destino, subrayó Julián Güitrón Fuentevilla, presidente del Tribunal Universitario y docente de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM. “Las redes sociales son un enemigo silencioso que llega hasta la recamara, ¿la familia no se da cuenta de ello? No hay que dejar a los niños y adolescentes solos frente a las pantallas. Además, la trata no sólo es sexual, las víctimas pueden ser utilizadas como bancos de órganos o bajo condiciones de esclavitud, incluso aquellas que tienen alguna discapacidad”, alertó. En su oportunidad, Carlos Daza Gómez, académico de la FD, hizo una crítica a la técnica y redacción legislativa sobre trata. Cuestionó si realmente el Estado ha creado normas que solucionen esta situación, o sólo son satisfactores para que “la ciudadanía se perciba segura”. La trata inicia y se previene desde el núcleo familiar, no con más figuras delictivas o normas sancionadoras, hay que esforzarse en el trabajo social, apuntó