Depresión infantil se ha convertido en trastorno grave, alertan Especialistas de la UNAM. La comunicación familiar es clave para detectar y abordar este desorden mental.
La depresión infantil se ha convertido en un trastorno grave, exacerbado durante y después de la pandemia, y a menudo pasa desapercibido para los familiares, advirtió Karla Suárez Rodríguez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, durante su participación en el sexto ciclo de conferencias UNAMirada desde la Psicología.
En este marco, Suárez Rodríguez señaló que la detección de la depresión infantil es complicada debido a que este trastorno rara vez se presenta solo; suele ir acompañado de otros problemas como déficit de atención, ansiedad o problemas de conducta, lo que frecuentemente genera confusión.
Se informó que los síntomas de la depresión infantil, conocidos como internalizantes, están relacionados con cuestiones cognitivas y emocionales, lo que dificulta aún más su identificación.
«La depresión se define como un trastorno mental común que implica un estado de ánimo deprimido, pérdida del placer o desinterés por realizar actividades cotidianas durante largos periodos de tiempo. Se relaciona con tristeza, sentimiento de culpa, falta de placer, baja autoestima y alteraciones del sueño y el apetito», explicó la académica.
En el caso de niñas, niños y adolescentes, además de los síntomas mencionados, destacan el aislamiento y la soledad. «Prefieren estar solos y se apartan de los amigos; además, se muestran permanentemente irritables, se enojan con facilidad, bajan su rendimiento escolar por falta de concentración o mala conducta y lloran en exceso», añadió Suárez Rodríguez.
La especialista enfatizó que mejorar la comunicación familiar es clave para detectar y abordar la depresión infantil. La falta de identificación y tratamiento de este trastorno puede tener consecuencias graves a medida que los niños crecen, como abandono escolar, consumo de sustancias ilícitas, desempleo y divorcio.