Ciudad de México; 29 de diciembre de 2020.- Imágenes públicas, risas privadas: ¿Cuántas veces te reíste este año frente al display? Aunque pareciera un ejercicio banal, superfluo y prescindible, el meme involucra la creatividad y destreza mental de sus autores e implica algunas disciplinas científicas, coincidieron en expresar especialistas de la UNAM.
El término fue acuñado en 1976 por el biólogo y divulgador científico británico, Richard Dawkins, y según el trabajo recepcional de Albert Manuel Orozco Camacho: “Generación automática de memes de Internet a través de una red neuronal profunda”, se relaciona con el concepto de evolución de la teoría de Charles Darwin.
Mediante una analogía con el papel del gen en la evolución darwiniana, expuso Orozco Camacho, de la Facultad de Ciencias, Dawkins propuso una teoría cultural en la cual el meme es visto como la unidad que se propaga por generaciones y sobrevive mediante un proceso semejante a la selección natural.
“Dawkins conjeturó que la teoría de la evolución de Darwin es una instancia particular de un proceso que se puede encontrar en otras áreas; en particular, es suficiente que cualquier concepto que incorpore las propiedades de longevidad, fecundidad y fidelidad de copias para que éste tenga un comportamiento evolutivo a través del tiempo”.
La trascendencia del concepto, aseguró el universitario en su investigación, provocó el surgimiento de la memética, la disciplina sociobiológica que extrapola el concepto de evolución de la teoría de Darwin para colocar al meme como instrumento de supervivencia, un replicador.
“Originalmente, Dawkins sugirió como ejemplos de memes a frases pegadizas, tonos de audio, modas, habilidades o simplemente ideas. Más aún, según Dawkins el meme es una ‘unidad de información que reside en un cerebro’”, explicó el especialista en Ciencias de la Computación.