Guadalajara, 30 Oct (Notimex). – La experta Ingrid Dávalos Rodríguez dijo que la mejor y más efectiva forma de prevenir el desarrollo de la espina bífida es la ingesta de dosis de ácido fólico durante el embarazo e idóneamente antes del mismo.
La también investigadora de la División de Genética del Centro de Investigación Biomédica (CIBO) del IMSS en Jalisco recomendó a las mujeres en edades reproductivas y con deseos de embarazarse a mediano plazo acudir a consulta pre concepcional, con el fin de recibir el componente y la orientación.
Añadió que la espina bífida es un defecto del tubo neural y se origina por la ausencia de la clausura de la columna vertebral, que deja expuestas las terminaciones de la médula espinal y es su variante más severa la mielomeningocele, en la cual se forma una especie de quiste que contiene raíces nerviosas.
Indicó que la deficiencia de ácido fólico como prevención de este y otros factores de riesgo quedó asentada en estudios que ha realizado el CIBO en coordinación con el Hospital de Ginecoobstetricia, “en el más reciente, 100 mujeres fueron evaluadas, cuyas características, fueron haber espaciado hasta un año un embarazo del otro, mantener niveles de glucosa y presión normales y tomar ácido fólico durante toda la gestación”.
Detalló que de este grupo 70 se apegaron totalmente al plan de prevención, y dio como resultado el nacimiento de 88 bebés sanos y con pesos superiores a tres kilogramos, no obstante, del resto que no siguió estas indicaciones nueve derivaron lamentablemente en abortos.
Explicó que el ingerir ácido fólico por lo menos tres meses antes del embarazo puede prevenir la espina bífida, y otros defectos del tubo neural como la anencefalia, por lo que insistió en la importancia de planear en coordinación con el médico un futuro embarazo.
Resaltó que el tubo neural del bebé comienza a cerrarse totalmente aproximadamente en el día 28 de gestación, por lo que lo idóneo es que de manera preliminar la mujer haya ingerido las cantidades recomendadas de ácido fólico para prevenir estas alteraciones.
Estimó que la incidencia de la espina bífida en México es de un caso por cada mil nacidos vivos, sin distinción de género.
“De hecho, México es el segundo país a nivel mundial con más número de casos de esta afectación del tubo neural”, concluyó.