17 de noviembre de 2019.- El aumento de la resistencia antimicrobiana amenaza con el retorno de infecciones antes controladas, como la malaria. Desde la década de los 80 del siglo pasado, al menos 150 patógenos que atacan a los humanos han sido identificados, ya sea como emergentes, reemergentes o en evolución, afirmó Carlos Amador Bedolla, director de la Facultad de Química de la UNAM.
“La forma más común de la resistencia antimicrobiana es la resistencia de las bacterias a los antibióticos”, explicó.
Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), señaló que ante ello, la UNAM estableció el Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana (PUCRA), que une esfuerzos de diversas entidades y disciplinas para elaborar una propuesta de política pública encaminada al control de los antibióticos.
El objetivo de esta iniciativa, encabezada por el PUIS, es fundamentar la necesidad de disminuir el uso de antibióticos en todas las áreas: práctica médica, veterinaria, odontología y agroindustria, entre otras.
En el “Primer simposio de concientización sobre el uso de antimicrobianos”, en el marco de la “Semana mundial de concientización sobre el uso de los antibióticos”, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Amador Bedolla indicó que la transición demográfica contribuye a este problema, pues la humanidad se ha vuelto más urbana que rural y se acumulan grandes cantidades de personas en zonas densamente pobladas.
Además, por la migración, el intercambio y el turismo, más individuos pueden estar en contacto con diversos patógenos y eso facilita la transmisión de enfermedades, dijo.
También, el cambio climático es un factor importante, pues tiene efectos sobre los ecosistemas y el ambiente, e impacta en las rutas migratorias de los vectores de enfermedades.