Algunas recomendaciones para proteger la piel en temporada de calor. El órgano más grande del cuerpo tiene la función principal de brindar protección al organismo contra factores externos.
La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro informa que en la temporada de calor no se debe olvidar la piel, pues al ser el órgano más grande del cuerpo y con la función principal de brindar protección al organismo contra factores externos (bacterias, sustancias químicas y temperatura) y al estar expuesta de forma directa al medio ambiente, se ve dañada ante las altas temperaturas.
La piel produce melanina, el cual es un pigmento químico que sirve como defensa contra los rayos ultravioleta (U.V.) que pueden dañar las células de la piel. Por eso, en esta época de calor y exposición al sol, es importante mantenerla sana.
Entre los beneficios de exponernos de forma prudente al sol, está la síntesis de vitamina D y la producción de calor en nuestra piel. Sin embargo, también hay que considerar los daños que se pueden generar si se tiene una exposición solar repetida y prolongada. Dentro de estos daños está la deshidratación que se manifestará con una piel seca. Además propiciará un envejecimiento prematuro de la piel dando lugar a la aparición de arrugas, así como la presencia de manchas en la cara, la V del escote y parte expuesta de antebrazos y manos.
Es probable que muchas personas al tener dosis vacacionales de exposición solar en playa, en pocos días, hayan sufrido quemaduras, llegando incluso a la formación de ampollas, lo cual ya es una quemadura de segundo grado superficial. Una de las consecuencias más delicadas de la exposición solar diaria y por varios años, es la formación de lesiones premalignas o propiamente el cáncer de piel.
Por lo anterior es importante que en esta época tomemos medidas preventivas para disfrutar de forma saludable la luz solar conservando una piel íntegra, cuidada y protegida. Las siguientes, son recomendaciones, que hay que considerar:
- Hidratar la piel con el uso de crema hidratante y el consumo de agua.
- Evitar la exposición solar prolongada entre las 09:00 de la mañana a las 15:00 horas.
- Utilizar ropa que proteja la piel expuesta al sol, como mangas largas y al conducir un vehículo utilizar manga protectora.
- Untar cremas protectoras solares con factores de protección solar (FPS) 30 o 50, aplicándolas en piel expuesta como cara, orejas, V del escote, brazos, antebrazos y manos o en todo el cuerpo cuando se encuentren en playa o alberca; repetir la aplicación de éstas cada tres a cuatro horas y usarlos aun cuando esté nublado.
- Colocar sombreros de ala ancha, o bien utilizar sombrillas de color oscuro.
- Usar lentes de color oscuro para proteger los ojos.
- Poner atención a cambios de tamaño, color y forma de lunares o manchas, sobre todo en las áreas de piel expuesta al sol y de plantas de los pies; en caso de observar algún cambio, acudir a recibir atención médica para revisión y evaluar si hubiese una transformación maligna y, de ser así, tratarlo de forma oportuna.
- Proteger a los niños de la exposición solar, con filtros solares adecuados y ropa fotoprotectora.