Ciudad de México; 17 de septiembre de 2020.- Los vaporizadores constituyen científicamente una alternativa probada para combatir el tabaquismo, por lo que es oportuno que los sistemas de salud garanticen su acceso para todas aquellas personas que desean dejar de fumar tabaco, actividad que en México provoca cada día la muerte de 164 personas en promedio, reveló el Centro de Medios de la Ciencia del Reino Unido (SMC por sus siglas en inglés).
En este sentido, de acuerdo con los resultados de un estudio que realizaron autoridades de Gran Bretaña, en donde se analizaron los posibles riesgos toxicológicos de la nicotina electrónica y sistemas de administración, se identificó que la gran mayoría de los usuarios de vaporizadores son ex fumadores de tabaco.
Por ello, en el Reino Unido se han incorporado a los vaporizadores en la estrategia pública para revertir el consumo de cigarros convencionales, con miras a lograr una sociedad libre de tabaquismo para el año 2030.
En contraparte, en México se emitió un decreto presidencial en febrero de este año para prohibir la importación y exportación de cigarros electrónicos, bajo el argumento de que constituyen un alto factor de riesgo para la salud de quienes los utilizan.
Ante dicha disposición, diferentes organizaciones en México alertaron que el decreto detonaría un mercado negro de vaporizadores y sustancias que podrían resultar, efectivamente, perjudiciales a la salud de quien los utilice, como ocurrió en Estados Unidos. De ahí la insistencia en derogar el decreto y aplicar en el país una regulación específica para dichos dispositivos.
Y lo que anterior, porque el estudio realizado por el Comité de Toxicidad en los Alimentos, Productos de Consumo y el Medio Ambiente de Gran Bretaña, demostró que los cigarros electrónicos son 95 por ciento menos dañinos que el tabaco, razón por lo que el gobierno de Reino Unido utiliza a los vaporizadores para combatir el tabaquismo.
Al respecto, el profesor Jacob George, profesor de Medicina Cardiovascular y Terapéutica de la Universidad de Dundee dijo que el reporte del Comité evidencia correctamente que, como riesgo comparativo, vapear es menos dañino que fumar cigarros de tabaco.
Por su parte, el doctor Nicholas Hopkinson, especialista de medicina respiratoria en el Imperial College de Londres, también destacó las ventajas que representan los cigarros electrónicos como instrumento para abandonar el consumo de tabaco.
“La mayoría de las personas que vapean son fumadores que intentan dejar de fumar o exfumadores; los fumadores que se cambien por completo al vapeo obtendrán un beneficio sustancia para la salud; sin embargo, ninguna autoridad seria sugiere que vapear es completamente inofensivo; por lo que las personas también deberían intentar dejar de vapear si pueden a largo plazo, aunque no a expensas de volver a fumar”, comentó el especialista.
Ante dicho contexto, el doctor Nicholas Hopkinson destacó la importancia que toman las autoridades en aprobar una regulación efectiva sobre la fabricación, contenido y marketing de los vaporizadores, así como redoblar esfuerzos para identificar y eliminar cualquier componente tóxico en el vapeo, con el objetivo de reducir la mayor cantidad de riesgos posibles para los usuarios.
Adicional a ello, el especialista dijo que las autoridades deben adoptar medidas para obligar que la industria tabacalera “rinda cuentas” con miras a reducir el tabaquismo, lo que podría incluir un gravamen sobre las ganancias de las empresas de dicho sector, financiar campañas mediáticas para alentar a los fumadores a dejar de fumar y aumentar a 21 años la edad mínima para comprar tabaco.
A su vez, el doctor Jaime Hartmann-Boyce, especialista sobre tabaquismo en la Universidad de Oxford, dijo que las investigaciones de las autoridades británicas no invitan a la población no fumadora a comenzar a vapear, pues al final, lo ideal es que las personas ni vapeen ni fumen.
“Los cigarros de tabaco matan a uno de cada dos fumadores británicos; pero gran parte de este riesgo se puede reducir dejando de fumar, incluso en una etapa posterior de la vida; pero no solo las persona que fuman cigarrillos están en riesgo, la Organización Mundial de la Salud estima que la exposición al humo de segunda mano causa 600 mil muertes al año; la evidencia de este nuevo informe no sugiere un daño considerable el vapor a terceros”, apuntó.
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